La cifra de muertos del terremoto de China asciende a 87.642 víctimas, incluyendo a 18,457 desaparecidos.
Y, aunque parece imposible aún se ha encontrado un superviviente: Se trata del cerdo de la imagen que pasó 36 días semienterrado en la ciudad de Pengzhou. El animal, que pesaba 150 kilos había reducido su peso durante su insólito encierro hasta un tercio del normal, quedando tan delgado como una cabra.
La pocilga donde se encontraba se derrumbó pero le dejó un mínimo espacio que le permitió sobrevivir. Los veterinarios que lo han examinado no entienden como ha podido sobrevivir y suponen que el agua caida en la zona en las semanas posteriores al seísmo le mantuvo con vida. Su nuevo dueño, que lo ha rebautizado como Zhu Jianqiang (cerdo fuerte) ha prometido mantenerlo con vida y cuidarlo hasta que muera de viejo.
En la provincia afectada, Sichuan, la naturaleza sigue sin dar tregua. Al terremoto le ha seguido un período de varias semanas de fuertes lluvias, superiores en un 70% a las del año anterior. Esto ha obligado a evacuar en las últimas horas a 20,000 personas por la crecida del río Minjiang que podría provocar la rotura de las presas naturales de tres lagos formados tras el seismo.
La situación en la provincia es tan inquietante que las autoridades han decidido evacuar la reserva de pandas de Wolong, donde se encuentran cerca de 1.500 ejemplares. La destrucción de los bosques de bambú de la zona ha obligado a trasladar a los animales a dispersar los osos por diversos parques del país para garantizar su supervivencia
En la provincia afectada, Sichuan, la naturaleza sigue sin dar tregua. Al terremoto le ha seguido un período de varias semanas de fuertes lluvias, superiores en un 70% a las del año anterior. Esto ha obligado a evacuar en las últimas horas a 20,000 personas por la crecida del río Minjiang que podría provocar la rotura de las presas naturales de tres lagos formados tras el seismo.
La situación en la provincia es tan inquietante que las autoridades han decidido evacuar la reserva de pandas de Wolong, donde se encuentran cerca de 1.500 ejemplares. La destrucción de los bosques de bambú de la zona ha obligado a trasladar a los animales a dispersar los osos por diversos parques del país para garantizar su supervivencia
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