Desde 1957 el gobierno americano financió una guerrilla antichina encargada de realizar incursiones en Tibet desde el reino de Mustang en Nepal. Los guerrilleros, entrenados por la CIA pertenecían a la etnia kham, del este de Tibet y se agruparon bajo el nombre de la organización militar de los Cuatro Ríos y Seis Sierras (Chushi-Gangdruk).
La guerrilla estaba dirigida por un comerciante de Kham llamado Gompo Tashi y contaba con la plena colaboración y simpatía de Takster Rimpoche y Gyalo Dondup, hermanos mayores del Dalai Lama.
El ejército chino acabó con el grueso de los rebeldes en 1959 pero no pacificó completamente la zona hasta 1964
Rafael Poch ha realizado en su blog un magnífico trabajo reconstruyendo la historia de aquella guerrilla, oficialmente ajena al Dalai Lama, de la cual escribió:
En Kham, Tibet oriental, donde la gente conservaba las antiguas cualidades guerreras de sus ancestros, grupos de hombres se unieron para oponerse a los chinos por la fuerza. Presentaron combate a lomos de caballos y equipados muchas veces con armas anticuadas. Expresaron así su lealtad y amor por el Tibet con indómito valor. Pese a que no tuvieron éxito en su intento de impedir que los chinos dominaran Tibet, dejaron claro al llamado Ejército Popular de Liberación lo que la mayoría de los tibetanos sienten sobre su presencia. Aunque creo que la lucha tibetana sólo podrá vencer a largo plazo y por medios pacíficos, siempre admiré a esos luchadores por la libertad por su decidido coraje y determinación"
La guerrilla estaba dirigida por un comerciante de Kham llamado Gompo Tashi y contaba con la plena colaboración y simpatía de Takster Rimpoche y Gyalo Dondup, hermanos mayores del Dalai Lama.
El ejército chino acabó con el grueso de los rebeldes en 1959 pero no pacificó completamente la zona hasta 1964
Rafael Poch ha realizado en su blog un magnífico trabajo reconstruyendo la historia de aquella guerrilla, oficialmente ajena al Dalai Lama, de la cual escribió:
En Kham, Tibet oriental, donde la gente conservaba las antiguas cualidades guerreras de sus ancestros, grupos de hombres se unieron para oponerse a los chinos por la fuerza. Presentaron combate a lomos de caballos y equipados muchas veces con armas anticuadas. Expresaron así su lealtad y amor por el Tibet con indómito valor. Pese a que no tuvieron éxito en su intento de impedir que los chinos dominaran Tibet, dejaron claro al llamado Ejército Popular de Liberación lo que la mayoría de los tibetanos sienten sobre su presencia. Aunque creo que la lucha tibetana sólo podrá vencer a largo plazo y por medios pacíficos, siempre admiré a esos luchadores por la libertad por su decidido coraje y determinación"
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