El incidente tuvo lugar el jueves a última hora de la noche: Florian Norbu Gyanatshang, alemán de ascendencia tibetana y los norteamericanos Jeremy Wells y John Watterberg eran detenidos por la policía china por el delito de izar una bandera tibetana cerca del estadio olímpico junto a Amanda Mckeon, una escocesa que se encontraba junto a ellos. La policía los ha condenado a diez días de detención administrativa sin juicio por el delito que muestra esta imagen y pone en su justa perspectiva el régimen chino más allá de todas sus promesas de apertura .Veinticuatro horas antes otros seis participantes en una protesta similar han sido arrestados y han recibido la misma condena, recibida con una absoluta indiferencia en los medios de comunicación. (Información de la protesta) .
Como ha informado el New York Times, la policía china ni siquiera ha informado a la embajada norteamericana de estas seis detenciones ni si éstas realmente se prolongarán durante sólo diez días. Si este es el trato dado a extranjeros por "delitos" como éstos, causa escalofríos pensar en el trato que pueden recibir aquellos que ciudadanos de nacionalidad china que cometan la suicida acción de manifestarse públicamente en algún sentido contra su gobierno
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