El COE amordaza a los atletas olímpicos

El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco lo ha dicho claramente a los deportistas españoles: Tienen prohibida la libertad de expresión mientras permanezcan en China. Si expresan alguna opinión, sobre por ejemplo Tibet o los derechos humanos, serán inmediatamente expulsados

El COI además aplicará a los deportistas una norma 51 modificada después de los juegos de Atenas que prohibe categóricamente a los deportistas llevar blogs o colaborar con medios de información en una limitación inquietante de la libertad de expresión. Uno de los deportistas afectado es el atleta español David Gómez que en su blog se ha quejado amargamente de esta censura que supuestamente el COI habría atribuido a la prensa internacional y no al gobierno chino

Para mayor infamia, semejante posición absolutamente servil a los postulados totalitarios del régimen chino se hacen en nombre de la Carta Olímpica, que en su artículo 50 prohibe a los participantes en los juegos manifestar opiniones políticas de ningún tipo.
Según la citada Carta, que los actuales dirigentes del COI, con Rogge y Samaranch al frente escarnecen abiertamente:

Principios fundamentales Carta Olímpica punto III:

El objetivo del Olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo
armónico del hombre, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad
pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana. Para ello, el
Movimiento Olímpico lleva a cabo, solo o en cooperación con otros organismos y dentro
de sus posibilidades, acciones a favor de la paz

Punto VI
El Movimiento Olímpico tiene por objetivo contribuir a la construcción de un mundo
mejor y más pacífico, educando a la juventud a través del deporte practicando sin
discriminación de ninguna clase y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión
mutua, espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio

¿Cumple China estos puntos de la Carta Olímpica?

La triste realidad es que toda la comedia verbal llevada a cabo por los jerarcas del COI con Rogge y Samaranch a la cabeza justificando la concesión de los Juegos a China porque así el país avanzaría en su democratización y respeto a los derechos humanos ha sido una triste farsa: La concesión de los Juegos a China se ha convertido en la coartada de un negocio espectacular donde el respeto a los derechos humanos y al llamado espíritu olímpico ni están ni se les espera...