La pantomima en que se ha convertido el paso de la antorcha olímpica ha llegado a San Francisco, donde esta noche 500 policías velarán su sueño en un lugar oculto para evitar sabotajes o alborotos. Mañana se esperan toda clase de algaradas a favor y en contra, ya que los chinos de Chinatown han exigido que no se cancele el paso de la antorcha por su barrio.
La magnitud de las protestas y el hecho de que el supuesto ideal olímpico que debería simbolizar ha servido únicamente como imán de toda clase de manifestaciones ha llevado al COI a plantearse abiertamente si tiene sentido no sólo volver a hacer este tipo de ceremonias previas a los Juegos sino incluso cancelar definitivamente la marcha de la antorcha por el mundo para evitar mayor descrédito... Y para evitar que siga creciendo el número de personas que se plantean hasta que punto ha sido lícito, lógico o como mínimo coherente que se haya concedido unos Juegos a un país como China, con un concepto de los derechos humanos tan objetivamente alejados de cualquier ideal olímpico:
Naturalmente se nos podrá decir que no se debe mezclar olimpismo (?) y deporte con política, pero probablemente cada día es más claro que hacer una completa abstracción del deporte de la política puede ser una manera implícita de acabar legitimando o relativizando regímenes totalitarios y por tanto acabar siendo sus cómplices
¿Por qué China se empecina en ocupar el Tíbet?
Hace 15 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario