La antorcha olímpica sigue su desafortunado calvario de broncas, abucheos y disturbios. Con su llegada a Buenos Aires se batirán todos los records de control policial. Así, el alcalde Mauricio Macri ha previsto que 5.700miembros de diferentes colectivos de seguridad, entre ellos 3.700 gendarmes custodiarán la antorcha. Los colectivos protibetanos de Argentina han anunciado que habrán diversas acciones no violentas durante la marcha pero que no intentarán apagar la antorcha. En cualquier caso tampoco hace ninguna falta. EL hecho de que lo que en teoría es un símbolo del espíritu olímpico y la solidaridad entre los pueblos (?) tenga que estar más protegida por más gendarmes que el peor de los maleantes evidencia por si solo la magnitud del fracaso chino a la hora de aprovechar la antorcha para obtener beneficios propagandísticos y de relaciones públicas
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Hace 15 años
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