Como era de preveer la Antorcha Olímpica volvió a sufrir una nueva bronca esta vez en la India, donde residen 130.000 tibetanos exiliados entre ellos el propio Dalai Lama.
Por este motivo un imponente dispositivo de seguridad formado por 15.000 personas se ha encargado de garantizar el paso sin obstáculos de la antorcha por los 2.500 metros que deberá recorrer, con un promedio casi inverosímil y absurdo de seis policias por metro.
Los exiliados han organizado un recorrido paralelo iniciado en el parque Rajghat, donde reposan los restos de Mahatma Gandhi en el que han participado ex ministro indio George Fernandes, el diputado Ramdas Athavale o el líder religioso hindú Swami Agnivesh.
De hecho, debido al espectacular despliegue policial que ha sellado el centro de la ciudad de Delhi buena parte de las protestas han tenido lugar en Bombay, donde un grupo de manifestantes intentó penetrar en el consulado chino
Las protestas se han saldado con doscientos protibetanos detenidos en un recorrido de la antorcha que volvió a ser caótico y que tuvo que modificarse sobre la marcha
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